David Hockney
David Hockney (1937). Coleccionistas estadounidense, 1968. Acrílico sobre lienzo, 213,4 x 304,8 cm. Art Institute of Chicago.
Irónicamente representados, Fred y Marcia Weismans aparecen como unas más de las esculturas del jardín de su casa de Los Ángeles, bajo el luminoso cielo californiano. A estos ricos coleccionistas de arte, no les gustó la pintura realizada por Hockney, y por lo tanto, no la conservaron. David Hockney, además de pintor, fue escenógrafo, impresor y fotógrafo.
1961 es la fecha considerada como punto de partida del Pop Art británico, cuando unos estudiantes del Royal College of Art —Hockney, Kitaj y Blake, entre otros—, participaron en la exposición Young Contemporaries. En sus primeros años como artista, Hockney fue abandonando paulatinamente la abstracción hacia la figuración para poder contar historias, muchas de ellas inspiradas en poemas. Este estilo tenía influencias de Picasso y Dubuffet.
A finales de 1963 el artista se mudó a California. Ahí cambió el óleo por el acrílico, con el cual conseguía superficies planas de brillantes colores. Son famosos sus retratos de personajes de las sociedad, amigos y familiares, así como sus cuadros de piscinas con bañistas —en los cuales reflejaba abiertamente su homosexualidad—, y sus photocollages, realizados con fotografías Polaroid. Hockney introdujo las nuevas tecnologías en su trabajo. Siempre ha sido un artista tremendamente moderno, a la fecha sigue pintando en su iPad.
Cuando se agotaron las razones de ser del arte abstracto en los años sesenta, hubo un retorno a la figuración. Esta figuración huyó de la pura subjetividad del Informalismo para darle voz a todo aquello que rodeaba al entorno moderno.
El Pop Art tomó imágenes «prestadas» de los medios de comunicación de masa (prensa, cine, cómics, publicidad) para desarrollar un discurso cargado de contenidos, donde se usó un lenguaje conocido por el público.
El Pop Art pretendía colocar el arte en contacto con la realidad, su temática era plenamente urbana. Objetos comunes y vulgares de consumo —como botellas de refresco o latas de comida—, junto con personajes de la vida social o iconos de la época, se erigieron como los protagonistas de las obras. Fue una corriente que se dio en Estados Unidos e Inglaterra, con artistas como Rauschenberg, Warhold, Oldenburg, Lichtenstein, Hamilton o el propio Hockney. El lenguaje que crearon estos artistas, pervive en nuestros días.
© María Artigas, 2022.
Bibliografía
ANTIGÜEDAD DEL CASTILLO-OLIVARES, M. D.; NIETO ALCAIDE, V. y TUSELL GARCÍA, G.: El siglo XX: la vanguardia fragmentada. Madrid, Editorial Ramón Areces, UNED, 2021.
CIRLOT, L.: Las claves de las vanguardias artísticas del siglo XX. Barcelona, Editorial Ariel, 1988.
MORENO, A.: 1914, la vanguardia y la guerra. Museo Thyssen-Bornemisza, 2018.
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